Todo empezó con …

En un país en el que el cultivo del café es un eje principal de su economía, los alumnos investigan y recopilan información para establecer el grado de contaminación de los ecosistemas terrestres y acuáticos debido a la producción del café, generan ideas y desarrollan productos derivados del café y lo exponen al resto de sus compañeros.

¿Qué aspectos hemos valorado de este proyecto?

1. Aprendizaje que parte de un reto real y significativo, muy unido a la economía y sociedad en la que se desarrolla el alumno. 
2. Enfoque diferenciador. Los alumnos abordan el problema desde una perspectiva diferente, analizando los “contra” del cultivo del café.
3. Reto creativo. El objetivo no se limita a conocer el problema, sino que reta a los alumnos a buscar soluciones. 
4. Implicación de destrezas de pensamiento. El alumno evalúa fuente, causas, consecuencias, resolución de problemas, toma de decisiones. 
5. Metacognición y feedback continuos. Los alumnos lideran su proceso de aprendizaje, tomando decisiones como resultado de un proceso de reflexión, auto-evaluación y feedback grupal (entre alumnos y del docente).
6. El rol del docente es de guía y facilitador de las herramientas -digitales y de gestión- y estrategias -de pensamiento y procesos-.
7. Reta funciones ejecutivas mostrando las fases del proceso creativo y/o emprendedor/innovación: Investigación, ideación, planificación, ejecución, validación, rectificación, puesta en marcha.
8. Inmersión tecnológica: El alumno afronta el problema, el análisis, la investigación, usando instrumentos de medida y análisis digitales, tal y como lo haría en un contexto profesional -drones, arduino, etc-. Centra su esfuerzo en procesos cognitivos superiores (análisis, evaluación, generación de ideas, creación) y usa la tecnología para lograr una mayor eficiencia en los procesos operativos (recogida y organización de datos)
9. Interacción con proyectos, instituciones, encuentros, y certámenes, que les aportan un feedback externo y un estímulo adicional.
10. Evidencias del progreso del alumno en cuanto a resultados académicos y desarrollo competencial.

Este proyecto ofrecía todas las claves de un proyecto ganador. Es un privilegio contar con tantos proyectos que plantean una experiencia de aprendizaje significativa y profunda en los alumnos. El jurado tiene que elegir y muchas veces son pequeñas diferencias las que decantan la balanza hacía un proyecto u otro. El jurado finalmente se decantó por otros que ofrecían mayores evidencias en cuanto al progreso del trabajo de los alumnos, más allá del resultado. Esto no desmerece la calidad y enfoque de CAFÉ-LAB, que, como podréis observar cuando lo leáis, ofrece un enfoque diferencial, motivador y de gran impacto en el alumno, que ha despertado vocaciones en sus alumnos. Como los propios autores escriben:

“En el área de Matemáticas hubo un avance sustancial en el promedio general (se pasó del 50% en el año 2016, a 57,8% en el año 2019, reduciendo además la desviación estándar del 12% al 7,8% y a la fecha tienden a subir los promedios). En cuanto a los niveles de desempeño, en el año 2018 el 64% de los estudiantes evaluados se ubicaron en el tercer nivel sobre cuatro, lo que se infiere un aumento de competencias en esta disciplina. Lo anterior ha permitido que el 70% de los estudiantes que egresan de la Institución, hoy están cursando estudios técnicos, tecnológicos y de Educación superior en áreas relacionadas con la Ingeniería y se ha logrado disminuir el índice de deserción al 2% cuando superaba el 15% anual.

Es, sin duda, motivador, ser de testigo de proyectos que se expresan en términos tan decisivos como:

“Mostrar que la escuela se debe consolidar como el espacio donde se reconstruyen saberes a partir de la interacción directa con el contexto y cumplir un rol más dinámico y activo en el cuidado del medio ambiente”

“En esta propuesta, todos los estudiantes son investigadores y actores principales del proceso. Serán encargados de liderar las tres fases de la propuesta, así como de analizar y obtener las mejores soluciones en el centro de investigación”

“Los maestros acompañamos el proceso de investigación, obteniendo alianzas y asesorías especializadas para que la propuesta fluya. De igual forma, direccionamos el trabajo de los estudiantes”

De nuevo, el jurado ha querido reconocer un proyecto que da sentido al aprendizaje y lo conecta con el contexto del alumno, lo enfrenta a los retos de su futuro personal y profesional, entiende el rol docente como guía e impulsor del aprendizaje, dando a los alumnos la autonomía y responsabilidad de aprender. Este respeto a la autonomía y capacidad del alumno, le permite al tiempo diferenciar el aprendizaje de forma natural, pues cada uno, en sus elecciones, avanza al ritmo y desde el enfoque que responde a su perfil y preferencias.

Tómate un café mientras abordas detenidamente este genial proyecto. Toma apuntes, ¡seguro que hay muchas ideas que puedes trasladar a tu aula!

Pdf del proyecto