Todo empezó con …

Una pregunta que provocó el pensamiento ¿por qué los humanos escriben poesía? Esta pregunta dio paso al debate, el debate a la investigación, y la investigación a la creación. El profesor deja de ser el que explica. El alumno ahora observa y extrae información, pregunta y se hace preguntas, relaciona, construye argumentos basados en evidencias, elige, toma decisiones, usa el conocimiento para crear y expresar sus propias ideas.

¿Qué aspectos hemos valorado de este proyecto?

1. Se desarrolla en un contexto especialmente complejo y, aun así, demuestra como la implicación y feedback del docente es capaz de generar un impacto significativo en el alumno.
2. Centrado en el alumno. La docente no trabaja porque los alumnos respondan a una planificación centrada en el contenido o los criterios de evaluación, sino que se centra en su perfil y circunstancias personales y responde a sus necesidades.
3. Centrado en el proceso. La docente ofrece herramientas y feedback a sus alumnos, guiándoles a lo largo del proceso de aprendizaje, provocando la metacognición y evaluación constante. y responde con nuevas herramientas o aplicaciones a medida que surge la necesidad en el aula (aprendizaje just-in-time)
4. Evaluación formativa que ofrece al alumno un entorno seguro para participar, aprender, equivocarse, analizar el error y volver a intentarlo, entendiendo así el aprendizaje como un proceso evolutivo.
5. Detallado uso de destrezas y rutinas de pensamiento como vehículo de aprendizaje que conforma los distintos retos a los que se enfrentan los alumnos

El proyecto, ha llamado la atención del jurado porque pone de manifiesto el enorme impacto que un docente puede generar en sus alumnos cuando les devuelve las riendas de su aprendizaje y busca el modo de conectar el contenido curricular con sus intereses y necesidades, que no son otros que encontrar sentido y significado pleno a su estancia en el aula. La pregunta ¿para qué tenemos que aprender esto? Tuvo por fin respuesta para estos alumnos a los que el sistema no había sabido responder hasta entonces.

El jurado ha querido reconocer la valentía y determinación de una docente que se atreve a cambiar de metodología cuando apenas quedaba un trimestre. Que no se rindió y entendió que era su responsabilidad darlo todo. Que confió en la capacidad de sus alumnos para aprender, implicarse e ir más allá de lo esperado.

Como ella misma expresa: “A mí me ha tocado el papel de guía en su proceso, la reescritura de la partitura (el currículum) y encontrar actividades y prácticas diferentes entre sí para intentar llegar a todos y de todas las maneras posibles”

El resultado ha sido sorprendente en todos los aspectos. No pensé que los alumnos fueran a involucrarse de este modo, ni lograr que aquellos que no solían participar, ni siquiera mirar a la pizarra, ahora lo hicieran de manera atinada y curiosa. La dinámica de la clase cambió completamente, pues los alumnos comenzaron a estar CONECTADOS a las actividades que yo proponía. Trabajar con rutinas de pensamiento es un aliciente para ellos y para mí, muy enriquecedor y útil para sacarnos a todos de nuestra zona de confort. Por último, introducir los ordenadores en el aula fue todo un acierto, pues nuestros adolescentes saben utilizar el móvil y algunas redes sociales, pero no conocen el teclado de un ordenador, ni cómo buscar en Internet o emplear herramientas digitales para aprender y estudiar”

Os dejamos ya con el proyecto para que lo disfrutéis y os sirva de inspiración.  Es un camino diferente que muestra que es posible elevar la motivación y llevar el aprendizaje más allá de lo esperado, incluso en alumnos altamente desmotivados. Un paso hacia una educación personalizada, esto es, que pone el foco en el desarrollo personal del alumno, y le trata y respeta como un individuo único con dones, que solo se muestran cuando el contexto, estímulo y guía del docente, le dan la oportunidad de mostrarse.

¿Por qué los humanos nunca dejan de aprender?